Tras varios escándalos de seguridad, la Casa Blanca decidió convertir la seguridad del software en una prioridad. La institución decidió unirse con la Open source Security Foundation (OpenSSF) y The Linux Foundation para pedir 150 millones de dólares con los que financiar durante los próximos dos años la resolución de los mayores problemas de seguridad del software libre.
El programa impulsado por la OpenSSF y The Linux Foundation busca alcanzar estos objetivos:
– Ofrecer formación y una certificación básica sobre el desarrollo de software seguro.
– Establecer un panel de riesgos público.
– Acelerar la adopción de las firmas digitales en las versiones del software.
– Eliminar muchas vulnerabilidades mediante el relevo de los lenguajes que no son seguros a nivel de memoria.
– Establecer el equipo de respuesta a incidentes de la OpenSSF.
– Acelerar el descubrimiento de nuevas vulnerabilidades por parte de los mantenedores y expertos.
– Realizar una vez al año revisiones y auditorías del código de terceros.
– Coordinar el intercambio de datos en toda la industria.
– Mejorar las herramientas y la capacitación en la Declaración de Materiales por Software (SBOM) para impulsar su adopción.
– Mejorar las diez herramientas de código abierto más críticas.
